Buenas mis queridos Blogueros... Si si estaba como
desaparecida pero aquí estoy activa.
Esta vez le traigo esta información genial sé que les
encantara
Los Germinados Pura Vida para Nuestro Cuerpo.
Comer semillas germinadas es comer
vida. Es incorporar auténtica energía vital concentrada a todas las células
del cuerpo, favoreciendo la salud y alargando la vida. Los germinados son
un regalo de la naturaleza que lo mejor de todo es que lo podemos cultivar
nosotros mismos.
Los germinados son alimentos vivos y esto aumenta su valor
nutricional que se mantiene intacto hasta el momento en que se come.
Su riqueza en enzimas, clorofila, aminoácidos, minerales, vitaminas
y oligoelementos vivos los convierte en alimentos completos que contribuyen a
corregir las carencias de la alimentación moderna.
Los germinados son un alimento predigerido, por lo
tanto ayudan a su propia digestión. Resultan adecuados para estómagos delicados
y permiten al organismo que descanse y se regenere.
Se pueden cultivar y conservar fácilmente en casa, por lo tanto son
muy económicos, además de tener la seguridad de consumir un producto que no ha
sido adulterado ni rociado con insecticidas o fertilizantes químicos, se puede
disponer en cualquier época del año con la garantía de que sus nutrientes son
de alta calidad biológica pues de lo contrario la semilla no germinaría.
El brote entero puede comerse,
incluyendo las raíces y hojas. Son sencillos de preparar, y es mejor
consumirlos crudos, porque la cocción destruye gran parte de su contenido
nutricional. Se comen crudos en ensaladas, salteados, en tortillas o formando parte
de diversos platos cocinados, en estos se recomienda añadirlos al final para
que no pierdan sus propiedades.
La semilla tiene como estructura
básica el germen o embrión y una reserva nutritiva que lo alimentará para que
se convierta en la futura planta, todo ello recubierto de una envoltura
protectora que es la cáscara o tegumentos.
El germen de las semillas es el
rudimento de una nueva planta, es decir, en estado de vida latente en espera de
condiciones adecuadas para manifestarse; en el momento en que éstas se
presentan, la semilla inicia el proceso de germinación.
La reserva nutritiva en todos los granos y semillas, consiste en
proteínas, carbohidratos, vitaminas y sales minerales. Estos nutrientes son
requeridos por nuestro organismo para su correcto mantenimiento y desarrollo, y
se lo proporcionamos mediante los alimentos.
Cuando las semillas germinan su
contenido nutricional mejora y aumenta.
Como germinar una semilla?
Ponerlas en contacto con agua, calor y oxígeno.
Con estos tres elementos, las enzimas llamadas diastasas, se activan y dan
lugar a las siguientes transformaciones:
1. Mediante la absorción de agua
la semilla duplica su volumen y se rompe la cáscara protectora.
2. Las enzimas se activan y
provocan una serie de transformaciones:
Las proteínas complejas se
transforman en aminoácidos simples, algunos de los cuales son imprescindibles
para el ser humano. El contenido proteico de la semilla queda presente en el
germinado, de forma fácilmente asimilable.
El almidón se reduce a maltosa
y dextrina, azúcares más simples que exigen menos esfuerzo al aparato
digestivo, liberan energía más rápido y producen un efecto estimulante.
Se sintetizan abundantes
vitaminas y fermentos.
Las vitaminas C y E y los minerales
calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio se multiplican.
Las grasas se transforman en
ácidos grasos.
Se forma la clorofila,
estructuralmente muy similar a la hemoglobina, como ella, lleva oxígeno a las
células y es un buen agente desintoxicante y regenerador del organismo.
Información Nutricional
Aminoácidos esenciales. Los
germinados, especialmente de legumbres, proporcionan al organismo proteínas
completas que se transforman en los ocho aminoácidos esenciales. La falta de
uno sólo de estos compuestos puede favorecer la aparición de alergias,
debilidad, mala digestión, deficiencias en la inmunidad o envejecimiento
prematuro de las células.
Vitamina C. Una de las sustancias
que más aumenta por efecto de la germinación. Los brotes de trigo, lentejas,
soja, garbanzos y judías son excelentes fuentes de esta vitamina, por ejemplo
la soja germinada incrementa su contenido en vitamina C hasta un 100% y los
brotes de trigo en un 600% en sólo 5 días.
Beta carotenos (pro-vitamina A).
El germinado de alfalfa, por ejemplo, contiene más beta carotenos que el tomate
o el pimiento verde y muchas frutas. Los germinados de col y de guisantes
también son excelentes fuentes de esta vitamina esencial para el crecimiento,
el desarrollo, la buena vista y el aparato reproductor.
Vitamina B. La tiamina (B1), la riboflavina
(B2) y la niacina (B3) son abundantes en los germinados de alfalfa, trigo,
girasol, centeno y sésamo. Contribuyen al buen funcionamiento del sistema
nervioso.
Vitamina E. Esta vitamina actúa
como antioxidante celular, es un excelente protector del corazón y un buen
tonificante. El trigo germinado llega a incrementar hasta tres veces su
contenido.
Vitamina K. Posee propiedades
coagulantes, se encuentra en la alfalfa germinada.
Clorofila. Las semillas
germinadas que más clorofila sintetizan son las de trigo y las de alfalfa. La
clorofila es absorbida directamente por la sangre a través del sistema
linfático, en el torrente sanguíneo activa el metabolismo celular, mejora la
defensa, resistencia, capacidad regeneradora de las células, y la respiración,
entre otras propiedades, potencia los procesos naturales de curación, depura la
sangre, frena las infecciones y equilibra la relación ácido-base en el
organismo.
Calcio. Los germinados de sésamo
proporcionan abundante calcio, también son excelentes fuentes de este mineral
los brotes de almendra, girasol, alfalfa y garbanzo.
Potasio. Se encuentra en los
brotes de almendras, sésamo, girasol, soja y judías.
Hierro. Contienen en cantidades
importantes los brotes de alfalfa, fenogreco, lentejas, soja roja y soja verde.
Oligoelementos. Los germinados
contienen oligoelementos como el yodo, el zinc, el selenio, el silicio, el
cromo y el cobalto.
Enzimas. Cuando se comen crudas
las enzimas de las semillas germinadas -llamadas diastasas- facilitan la
digestión de la fibra, las proteínas y las grasas.
Digestivos, nutritivos y de bajas calorías. Aportan
muy pocas calorías, por ejemplo 100 g de brotes de soja equivalen a 30
calorías.
Información Nutricional de los germinados más
consumidos
Cualquier semilla de leguminosa
o grano de cereal puede ser germinado, aunque los más apreciados por su ternura
y buen sabor son los brotes de: legumbres (porotos mung, soja, alfalfa),
cereales (trigo, cebada) y también de berro, rábano, calabaza, girasol, lino,
sésamo, etc. El sabor es variable, por ejemplo el de alfalfa es muy agradable,
el de mostaza es el más picante y el de trigo tiene sabor dulce por los
carbohidratos que contiene.
Alfalfa: Completo y más
consumido por su agradable sabor. Contiene vitaminas A, B, C, E y K , calcio,
magnesio, potasio, hierro, selenio y zinc y los aminoácidos más importantes. Es
remineralizante, combate la fatiga y la debilidad.
Arroz integral: Es rico en vitamina B, fósforo, potasio, magnesio,
sodio, calcio y silicio. Ayuda a la adecuada conservación de huesos y dientes.
Arvejas: Proporcionan clorofila,
proteínas, carbohidratos, fibra, vitamina A, hierro, potasio y magnesio.
Avena: La semilla germinada más recomendable para trastornos
nerviosos, depresiones y alteraciones del sueño. Contiene vitaminas B y E,
proteínas, carbohidratos, fibra , minerales y un alto contenido en silicio,
necesario para el desarrollo de las estructuras musculares, cerebrales y
nerviosas.
Berro: Muy adecuado para combatir los síntomas de la fatiga
primaveral. Alcaliniza y depura la sangre, neutraliza el exceso de toxinas.
Regula el metabolismo. Es rico en hierro, fósforo, manganeso, cobre, zinc,
yodo, calcio y vitaminas A, B2, E y C.
Fenogreco: Limpiador sanguíneo y renal,
se recomienda para levantar el ánimo decaído y para reforzar el organismo.
Estimula las funciones digestivas y hepáticas. Otorga un agradable olor al
sudor de quienes lo consumen. Contiene abundante fósforo y hierro.
Garbanzos: Ricos en carbohidratos, fibra,
calcio, proteínas, magnesio, potasio y vitaminas A y C. No producen gases
durante la digestión.
Lentejas: Retrasan el envejecimiento y son ricas en proteínas,
vitamina C y hierro.
Maíz: Alto contenido en magnesio, necesario para conservar la
tensión muscular especialmente en el tracto intestinal.
Mostaza: Adecuado para tratar trastornos digestivos como gastritis,
enteritis, etc. Rico en vitamina C, proteínas y lípidos.
Semillas de calabaza: Contienen proteínas, vitamina E, fósforo,
hierro y zinc.
Semillas de
girasol: Ricas
en proteínas, grasas insaturadas, vitaminas B y E, calcio, hierro, fósforo,
potasio y magnesio.
Rabanito: Contiene abundante clorofila, útil para combatir
digestiones pesadas y para calmar la tos.
Sésamo: Buena fuente de fibra, proteínas, vitaminas B y E,
magnesio, potasio, hierro, fósforo y calcio.
Soja verde: Contiene proteínas que dan
lugar al aminoácido metionina, de efecto relajante. Fortalece el sistema
nervioso y contribuye a rebajar el exceso de colesterol. Rico en vitaminas A,
C, hierro y potasio.
Trigo: Rico en proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B y E.
Previene infecciones, remineraliza, regenera las células y sirve para tratar
trastornos nerviosos.
Propiedades
Los germinados ayudan a prevenir
enfermedades o a tratarlas en el caso de que ya se hayan manifestado. Se
destacan las siguientes propiedades:
·
Favorecen los procesos de desintoxicación, depuración y eliminación de residuos
almacenados en los tejidos o en la sangre.
·
Fortalecen el sistema inmune.
·
Antioxidantes, combaten la acción de los radicales libres.
·
Estimulan las secreciones del páncreas.
·
Facilitan la digestión, activan los procesos de regeneración y desinflamación
del aparato digestivo, revitalizan los mecanismos metabólicos internos.
·
Mejoran el funcionamiento intestinal, alivian el estreñimiento, fortalecen el
intestino y la flora intestinal, contribuyen a eliminar gases y desechos.
·
Rebajan el índice de colesterol.
·
Tonifican el sistema nervioso.
·
Contribuyen a mantener la elasticidad de las arterias y la vitalidad del
sistema glandular.
·
Retrasan el envejecimiento, sus componentes permiten que las células del cuerpo
se mantengan jóvenes durante más tiempo.
·
Favorecen el metabolismo por su acción reconstituyente.
·
Su consumo está recomendado en casos de anemia por su riqueza en clorofila, y
para personas con el estómago delicado.
Les dejo un video de como hacer un germinado de lentejas :
Se les quiere
Hasta la próxima J